Primer Calendario de Adviento

Adentrándonos en la Navidad, así estamos en casa. Quería haber puesto el árbol y el nacimiento este domingo, pero nuestro Cucolinet prefería parque y este año quiero hacer fotos, así que lo dejaremos para el jueves que es festivo, a ver si se nos da bien el día...

El año pasado ya vivimos una Navidad un poquito más especial, con el peque llega de nuevo la ilusión, se va filtrando poco a poco y ves las cosas con sus ojos... esa carita de sorpresa, ilusión y felicidad contagia a cualquiera. Así que este año voy yo por delante, jejeje, tengo muchas ganas de repetir todas esas vivencias del pasado año y sorprenderme con más y mejores anécdotas. Por tal motivo, me he puesto en marcha mucho más pronto que otros años y he confeccionado, de un día para otro, un Calendario de Adviento, una "guirnalda" (que ya cuelga de mis novísimas y estrenadísimas barras de cortinas) y deseandito estoy que llegue el jueves y que salga buen día, para que haya luz e intentar captar momentos con nuestro peque montando el árbol.

Durante algún tiempo no puse nada, también pasé por una etapa de echarse el tiempo encima para finalmente y como por obligación poner alguna cosita... mi marido me preguntaba y yo no tenía ni ilusión ni ganas... las ausencias son muy grandes, muy importantes y dejan una gran huella en el corazón, imborrable... pero la llegada de una pequeña personita alegra el alma y aunque las ausencias marcan y la huella no se borrará jamás, una cálida capa la cubre y queremos que nuestro peque disfrute de estos días como niño que es... desearía que tuviera una infancia tan feliz en estas fechas como la mía... distinta, eso sí, porque nos propusimos no mentir a nuestro hijo, pero eso no quita para que haya ilusión y un poquito de magia a ser posible.

El momento de la "inauguración" del Calendario de Adviento fue muy gracioso porque, como el gran "pispajo" que es, ya había visto que contenía monedas, pero lo que no sabía es que esas monedas eran de ¡¡¡chocolate!!! y a él le pirra una barbaridad... con decir que una de esas tardes de Talleres de Chocolate que están teniendo en el cole se zampó él solito ¡¡¡7 magdalenas con chocolate!!! y llegó a casa y siguió pidiendo merienda... ¡¡¡madre del amor hermoso!!!, cuando se pone sale más a cuenta comprarle un traje que invitarle a comer, jajaja.

Quisiera hacer con él algunas cositas en plan manualidades, pero de momento no ha estado muy por la labor y he terminado haciendo yo todo, mientras él jugaba con sus coches (como no XD), pero bueno, seguiré intentándolo. Tal vez hacer algún muñeco de nieve con algodón le resulté más divertido, ¿quién sabe?... ya seguiré contando por aquí.