Quiero aclarar desde el primer momento, que esta entrada está basada al completo en opiniones, creencias, filosofía y experiencias personales. Cada cual hace en su vida en función de una serie de condicionantes y variables y respeto las decisiones de otras personas. No intento indicar que las cosas se deban hacer así o asá, sólo expongo y busco el mismo respeto que tengo yo para los demás.
Dicho esto y a colación de esta entrada en donde hablaba de no mentir a nuestro Cucolinet comienza mi divagación... Creo que, de todas las personas que conozco (quitando a los niños), soy la que tiene más imaginación y a la que más le gusta la magia, la fantasía... como he dicho muchas veces, intento cuidar muchísimo a mi niña interior, a pesar de que el día a día del adulto, con las preocupaciones y las responsabilidades, hacen cada vez más difícil darle un poquito de juego y libertad a esa niñita. Fan absoluta de historias y literatura de Fantasía, de Ficción, no importa que esté más bien dirigida a niños o a jóvenes, yo me lo pasaré pipa leyendo, viendo... sin duda alguna.
Me requete chiflan los personajes de mundos mágicos: duendes, hadas, elfos, gnomos, sirenas, unicornios, hobbits, toooodo lo habido y por haber. No me canso de ver y de leer historias como El Señor de los Anillos, El Hobbit, Harry Potter y disfruto de películas como Campanilla y muuuuchas más, llenas de seres mágicos.
Creo que me gustan tantísimo todos estos mundos de fantasía porque, aparte de por la magia (que ya es un condicionamente de enorme peso para ello), por la gran diferencia entre el bien y el mal y que siempre están representados... y me explico... si la mala es La Bruja del Oeste, o Sauron, pues está claro contra quién hay que luchar... contra ellos y todo su séquito. En estos mundos están claras las injusticias y si vences al mal, todo queda bien, equilibrado, aunque más tarde el mal pueda volver, pero siempre está "identificado". Sería una pasada que el mundo real fuese así, que todo esto estuviera claro y pudiéramos saber que no podemos adentrarnos en tales tierras porque allí habita el mal o que uniéndonos puediéramos vencerle. Sin embargo, esto no es así en la realidad, hay muuuchos lobos con piel de cordero, hay mucho mal escondido, mucha inmundicia. Los que están en el poder, que no tienen ni cara ni nombre, para el 99% de nosotros, manejan el mundo a su antojo. Las personas cambian, hay envidias, celos, circunstancias... pobreza, miseria, crisis, y un largo etcétera.
La Navidad es una época muy dada a fantasía, ilusión, magia... todo porque abrimos nuestro corazón y allí albergamos "La Navidad"... su espíritu. Pero estas fechas también se han convertido en una fachada: consumismo desmedido y "aparentar"... lo escribo y se me hace raro, porque la cosa no está para eso, la crisis aprieta cada vez más en los hogares.
Mi infancia fue muy feliz, para mí las Navidades eran totalmente mágicas, creía en los Reyes Magos, ayudaba y me preocupaba porque los camellos tuvieran agua para poder hacer un descanso y recuperar fuerzas; alguna vez incluso pusimos algarrobas para que también pudieran comer. Para sus majestados, un poquito de turrón y un poquito de sidra. Me asomaba constantemente por la ventana para ver si los veía aparecer, para corroborar si seguía allí todo para un pequeño descanso o por el contrario ya habían pasado y se lo habían terminado y yo me lo había perdido. Mis padres me dejaron seguir con la ilusión hasta que un buen día en el colegio, mi compañera de pupitre me dijo que los Reyes Magos no existían y que eran los padres. Recuerdo a la perfección su cara... disfrutó sacándome del mundo de ilusión en el que yo vivía. Yo defendía a ultranza mis creencias, le dije cómo se vaciaba el cubo de agua cuando bebían los camellos y todo lo demás y ella me miraba altiva (en su corta edad) riéndose de aquella pobre niña, un año más pequeña que el resto de la clase, que se aferraba con fuerza a su mundo mágico.
Cuando llegué a casa tenía una inmensa preocupación y le dije a mi madre lo que me había pasado, esperando que ella me tranquilizara y me confirmara que toda esa magia existía. Pero no fue así, y sin dudarlo, confirmó que mi compañera tenía razón. Le miré con ojos como platos, incrédula y comencé a decir "pero no es posible... yo he visto que se beben el agua los camellos y comen algarrobas, y los reyes comen turrón y pastas de las que les dejamos, y....", mi madre me miraba y me decía "si, cuando te vas a dormir (o cuando fuiste al aseo con tu hermana o... -lo que sea-), vaciamos el cubo, cogemos las algarrobas, comemos algo de turrón, bebemos algo de sidra".
A muchísima gente todo esto le parecerá una gran bobada, una inmensa chorrada. De hecho hay muchos que no recuerdan como algo traumático cuando se enteraron de que los Reyes no existían, otros incluso ya lo sabían cuando los padres se lo dijeron. En mi caso, debo decir que para mí fue una gran decepción, además de sentirme engañada por mis padres... aquéllos a los que tantísimo quería, que cuidaban de mí, me querían por encima de todo y me decían que no había que mentir, eran los primeros que me habían estado mintiendo y habían permitido que creyera aquéllo tanto como para ser el hazme reír de la clase... una clase, que como he dicho, era un año mayor que yo y a esas edades se nota muchísimo. Todavía recuerdo el nombre de la compañera que me lo dijo (nombre y apellido) y las veces que la he visto por la calle, siempre me viene la escena a la mente (en este sentido no sé si es algo raro, pero cuando paso por algún sitio donde ha ocurrido algo, siempre lo recuerdo).
Y todo este rollo ¿para qué?, pues porque me ha marcado para no querer defraudar y decepcionar a mi hijo, quiero ser un ejemplo para él, por lo que para mí no tiene sentido mentirle si pretendo enseñarle que no está bien decir mentiras. El año pasado, mi marido y yo lo estuvimos hablando largo y tendido... y se me hizo muy complicado, porque me parece todo taaaan lindo, toda esa ilusión e inocencia... pero considero que podemos hacer las cosas de forma que exista magia, ilusión, alegría, pero sin mentiras.
Así que nunca le hemos dicho "esto te lo han traído los Reyes", "tienes que ser bueno porque de lo contrario no te traerán nada los Reyes", o cosas así... más bien le hemos dicho "esto fue el regalo de Reyes de la yaya", "lo pediremos para ver si alguien te lo puede regalar por Reyes" y cosas así... Nos parece la mejor forma para no mentir. La ilusión está ahí, en un niño pequeño, los regalos, la sorpresa, las luces y los adornos de Navidad, el ver y estar junto a seres muy queridos, tooooodo eso le hace inmensamente feliz.
De todas formas, la sociedad que nos rodea, se encarga de crear los mitos y el otro día me decía algo de Papá Noel, a lo que yo le dije que no existía y él, cargado de razón, me dijo "que si que existe mamá". En algún momento, cuando pregunte, cuando surja... le contaremos que hace muuucho tiempo nació un niño llamado Jesús y que vinieron a adorarle y a hacerle regalos tres Reyes Magos y que como el niño fue tan feliz, habiendo desaparecido ya estos Reyes, la misión de hacer feliz a los niños por esta época la retomaron los papás y que siempre se intenta regalar algún pequeño detalle con inmenso Amor, siempre en función de las posibilidades de cada uno. Los niños son muy listos y en alguna ocasión he oído preguntar a alguno "¿mamá, y esos niños es que se portan mal que no tienen regalos?" hablando de familias muy pobres y entonces ¿qué les dices?, ¿qué los Reyes Magos es que tratan mejor a los que tienen dinero que a los que no lo tienen?... es muy complicado y no quiero que en algún momento pueda decirme que le mentí en algo que le hacía inmensamente feliz, como me ocurrió a mí.
Aún así, y a pesar de todo esto, yo sería la primera deseosa de que algunos de estos seres existieran de verdad, daría saltos de alegría y no costaría absolutamente nada convencerme de que hay hadas, duendes, elfos... vamos, estaría exultante, pero mientras no sea así, como digo, no quiero mentir a mi hijo. Es nuestra decisión y, como decía al principio, sólo pido respeto, al igual que yo respeto todas las demás.
Es un tema que me trae de cabeza.
ResponderEliminarA mi también me encanta el mundo mágico, de hecho tengo un elfo tatuado. Pero por otro lado está el no ser creyente y el respeto a mi hija y serle siempre sincera.
Pero luego está la sociedad como dices y los familiares que le meten mil historias en la cabeza. ¿Cómo le digo esas frases que comentas "te lo ha traido fulanito para reyes" delante de su primo de seis años que aún no lo sabe y sus padres desean que siga siendo así?
Y lo de que tengan que portarse bien porque sino no les traen regalos los reyes me repatea.
Intentaremos algo como lo que comentas, pero ya te digo que con la familia es difícil. Sería cuestión de hablarlo, pero habiendo otros niños de por medio y con abuelos que luego hacen lo que les da la gana... en fin, que muy complicado o eso me parece a mí.
Un abrazo
Ay Carol, lo sé, sé que es muuuuy complicado, que después hay otros niños y no es cuestión de que te oigan, de que tu niña diga algo... ufff, sólo hablo por mí, por nuestra decisión y veremos poco a poco como vamos llevándola a cabo. Ahora es muy pequeño, pero intentaremos ir haciendo como en el "1, 2, 3" con Mayra Gómez jajaja, con un "hasta aquí puedo leer", para no decir más de lo que se debe, no dar más información que la precisa e intentando que siempre sea verídica.
EliminarSiempre tomaremos nuestras decisiones sopesando y pensando que son las más apropiadas según las circunstancias y me refiero a Toooodos ;D.
Muuuchos Besotes!!!.
Estoy en la misma situación que Carol luego no sera bebebatallas el que se comporte como tu compañera de pupitre? (por cierto me paso lo mismo pero en el recreo y recuerdo nombre y apellido también)jaja La verdad es que no se que hacer con el tema, no lo se, Mil gracias por tu punto de vista y tu entrada la necesitaba para orientarme un poco. Un beso
ResponderEliminarVaya Batallitasdemamá otra que se acuerda a la perfección del momento y de la persona, veo que no soy la única... Es muy complicado y no quisiera que para nada mi hijo fuera el que le quitara la ilusión a algún compañero/a... iremos con pies de plomo y muuuuy poquito a poco.
EliminarBesotes!!!.
Un tema complicadillo, preciosa. A ver, a mi me encanta la magia, y de hecho se que existe, en forma de las maravillosas personas que me encuentro en mi camino todos los días (tú, por ejemplo). Me apasiona la magia de las navidades y quiero que mis peques las vivan así, pero yo no guardo ningún mal recuerdo, se que me enteré en el cole, que estuve dudando y que descubrí a mis padres pero aún así les tuve un par de años más creyendo que no lo sabía porque a ellos les hacía ilusión. Cuando ya se lo dije empezamos a intercambiarnos los regalos de la forma más natural, y yo también participaba. El consumismo no me gusta, nuestras navidades son sencillas, pero la magia y la ilusión son gratis y quiero que ellos lo tengan. A mi jamás me amenazaron con los reyes, era algo inmutable, yo sabía que llegaban y yo por supuesto nunca les diré lo de "si te portas mal no te traeran nada los reyes" porque los reyes existen, vienen todos los años y yo les ayudo. Este año vamos a llevar juguetes a otros niños porque vamos a ayudar a los reyes magos, que hay muchos niños y a los reyes no les da tiempo. No se, en mi caso pesa más el recuerdo de la ilusión que sentía cuando creía en los reyes.
ResponderEliminarUn besazo enorme y hagais lo que hagais será lo mejor para vosotros.
Ay Corazoncete, estoy contigo en que parte de la magia viene de las personas que nos rodean, de nuestros seres queridos, familia y amigos, nada sería lo mismo sin ellos... NADA. A mí tampoco me amenazaron nunca con no traerme nada si no me portaba bien, sabía que venían y era feliz. Yo también quiero recoger juguetes para otros niños y quiero contar con la ayuda de mi peque, sólo que de momento, conforme meto en una bolsa o caja, él me lo saca todo, jajaja, no sé ya cómo hacerlo. Creo que lo importante es ser consecuente con uno mismo y respetuoso con uno mismo y con los demás y no dañar nunca a otras personas con tus decisiones y eso lo intentaremos por encima de todo.
EliminarMuuuchos Besotes!!!.
También recuerdo con dolor cuando me "enteraron" de quienes eran los reyes. Pero a mi hija que necesita la verdad y la magia al mismo tiempo le he permitido creer en los RRMM, en el ratón Pérez y ella se ha encargado en crear su mundo fantástico del que no quiere bajar... ya lo hará cuando sea su momento.
ResponderEliminarLo más bonito que he leido sobre la verdad y los reyes es esta historia, quizás la conozcas... está en la red en muchos sitios, te dejo un enlace de uno de ellos:
http://www.estoyradiante.com/2011/12/la-verdadera-historia-de-los-reyes-magos/
Muchas Gracias Itsaso!!!, conocía esta historia, me pareció sumamente bella y de ahí viene un poco el cómo contarle las cosas cuando sea necesario, cuando pregunte, cuando sea el momento. Mientras iremos poco a poco buscando magia e ilusión, pero intentando no mentir... dura tarea...
EliminarMuchísimos Besotes!!!.
Yo también recuerdo como un hecho muy triste el descubrir que Papá Noel y los Reyes no existían. Incluso me enfadé con mis padres por haberme mentido, pero a lo largo de los años he entendido porque lo hicieron. Reconozco que en aquel entonces me prometí no hacer lo mismo con mis hijos, pero ese sentimiento sencillamente se ha desvanecido. Peque es aún pequeño para entender ni siquiera que vienen los Reyes, pero me gusta la magia de estas fechas. Sea como sea, me parece que tu decisión es absolutamente respetable y comprensible.
ResponderEliminarUn besote!
Yo también perdoné a mis padres, ¿cómo no?, pero creo que es el hecho que con más tristeza recuerdo de mi infancia y no quiero que pase por lo mismo mi hijo, quiero que se mantenga su ilusión sin estas enormes decepciones... ojalá pudiera irme a buscar duendes y tan sólo hacerles una fotito para después abrazarle mientras le susurrara al oído al enseñársela "aunque no la veamos la magia existe y siempre tienes que creer en ello", ainsssss.
EliminarMuuuchos Besotes!!!.
Ay pienso igual que tú!
ResponderEliminarEs muy bonita esa ilusión pero es una ilusión creada de una mentira. Yo también me decepcioné mucho y lloré al enterarme y recuerdo que le rogué a mi madre que aunque lo supiera me dejara seguir pidiendo regalos al menos ese año. Desde luego que no quisiera eso para mis hijos y creo que tu decisión es muy acertada.
Acertada o no Piruli es lo que ahora mismo consideramos mejor, no queremos vivir de mentiras y enseñarle que no hay que mentir, no queremos contradecirnos, queremos ser un ejemplo... ahora falta ver cómo ir llevándolo a la práctica para que, sobre todo, ir poquito a poco y justo en la información precisa, sin dar más, pero también sin mentir... será una muy dura labor la que nos espera, pero estoy segura de que también será preciosa.
EliminarUn gran Besazo!!!.
Entiendo perfectamente tu posición aunque reconozco que yo con mis sobrinos sigo la tradición (y lo haré con mi pequeña)...
ResponderEliminarTambién es cierto que yo no recuerdo como un momento horrible el enterarme de la mentira porque lo fui descubriendo poco a poco, lo fui adivinando, atando cabos... pero aqui cada uno es libre de hacer lo que considere más conveniente... te lo digo porque me ha llamado mucho la atención el inicio de tu entrada en el que dices que vas a exponer tus razones y buscas respeto ... y digo yo: faltaría más! Por supuesto que es totalmente respetable tu opinión, como la que más; tú has reflexionado sobre el tema y has decidido hacer eso como lo mejor para tu hijo y creo que los demás no somos nadie para no respetar esa opinión... por más que a veces en este mundo blogueril te encuentres con mensajes desagradables de gente que no tiene otra cosa que hacer!
Así que adelante! Me parece una decisión muy reflexionada y no tengo más que decir (no sé si me he liado explicandome... espero que no). ;-)
Un besazo y feliz Navidad!
Hola Lady Cobijo y ¡Bienvenida!. No te ha liado y te he entendido a la perfección. Comentaba mi exposición, razones y pedía respeto porque en ningún momento quiero que alguien se sienta atacado por mis pensamientos y de la misma forma no quiero dar lugar a ningún tipo de discusión ni nada similar. Esta entrada la he hecho a colación de decir que vivía estos días con mucha magia e ilusión pero sin mentiras y me preguntaron que ampliara un poquito sobre el tema... me apetecía contar. Si yo no me hubiera llevado tan enorme decepción ahora posiblemente no estaría comentando estas cosas, pero así fue mi caso y eso es lo que me ha llevado a dilucidar con todo ello ;).
EliminarGracias por tu visita y comentarios y Besotes!!!.
Ahora que mi hija tiene 6 años y sé que está cerca el momento de la decepción me gustaría no haberle hecho creer que existen. En fin, confiemos que el desengaño no sea traumático, que se vaya enterando poco a poco... y que entienda porqué lo hicimos. En mi caso no recuerdo un desenlace traumático, creo que lo fui descubriendo yo misma.
ResponderEliminarAy Bea, no te preocupes, lo mismo descubres que ella ya lo sabía o lo intuía. Espero que más adelante me cuentes cómo ha ido y deseo que no sea nada traumático.
EliminarMuchísimos Besotes!!!.
Difícil el tema, coincido contigo y con todas. Andaba por mi mente escribir un post sobre mis inquietudes en este sentido y tu me has cedido la palabra, así que allí me voy. Me repliego a mi rincón un ratito. Entiendo tu postura, pero coincido más con Yo misma. Seguiremos informando
ResponderEliminarAsí es, el tema es complicado Carmen y como digo, nuestra decisión está muy comentada y meditada entre su padre y yo. Tenemos claro que nos encontraremos con situaciones muy difíciles e intentaremos llevarlas lo mejor posible, siempre consensuando entre ambos. Como dices, seguiremos informando ;).
EliminarBesotes!!!.