Se deshizo mi zapatilla

Literalmente, así es, se deshizo esta mañana a cada paso que iba dando y la anécdota, ha sido tan divertida (pasado el desenlace) que me ha perecido merecía tener una entrada en el Blog =D

Ayer por la noche, mientras paseábamos toda la familia con nuestro perro, tuve la gran suerte de pisar un maravilloso resto orgánico (he de decir que íbamos por pleno campo/descampado, jejeje). Al llegar a casa, dejé la zapatilla fuera, esperando tener algún momento para limpiarla... Bueno, pues esta mañana cuando iba a salir de casa (después de media hora de reloj detrás del peque para irnos), no había tenido ocasión, así que me he puesto otras zapatillas que estaban en el garaje.

Mi peque con su flamante bicicleta de madera y sin pedales y yo, a toda mecha intentando seguirle el ritmo y diciéndole continuamente: "despacio, despaaaaciooooooooo", "para, paraaaaaaaaaaa", "ve frenandooooooooo" y así, sucesivamente. Mi intención era ir a Mercadona a buscar algunas cosillas que me hacían falta, ya que quiero probar a hacer una receta en concreto y después ir al parque. Quiero participar en un concurso que ha puesto en marcha Odile en su maravilloso Blog: Mis Recetas Anticáncer y cuyas bases podéis ver AQUÍ. Os animo a participar, deben ser recetas muy especiales, puesto que: Deben ser recetas sin carne, huevos, pescado ni lácteos. También deben estar exentas de azúcar refinado, harina de trigo y margarina.


En la esquina frente a Mercadona, noto algo raro al pisar con el pie izquierdo. Paro al peque y le digo que espere (asegurándome de cogerle de la capucha de su chaquetón). Veo con sorpresa, que la parte externa lateral de talón tiene un hueco y está rota... "Bueeeeno, pues ya se ha roto la zapatilla, qué le vamos a hacer, cuando llegue a casa, me las quito y las tiro". El peque con la boca abierta y gritanto "mami "se ha doooooto".

Entramos y después de dejar la bicicleta enganchada como si fuera un carro de compra (en la zona de taquillas, donde pones una moneda y allí dejas lo que llevas, llevándote la llave). Todo ello, porque el Lunes se me ocurrió entrar en un comercio con mi peque en la bici, y me encontré gritando y corriendo tras él por dos largos pasillos, perdiéndole de vista mientras giraba rápidamente para adentrarse en otro...

Pasamos un pasillo, y justo en la esquina me encuentro con una vecina y conforme la saludo, se me tuerce el pie y miro hacia abajo, viendo que la mitad de la parte interna de la suela, se ha separado por completo y está en el suelo al lado del pie O_O. Mi vecina se apena por no tener el coche, de lo contrario, me llevaría a casa, "así no vas a poder ir y menos con el nene". Uuuufffff. Cojo el trozo y le pregunto a una de las empleadas, dónde hay una papelera para no dejar aquéllo en medio. Todos lo que pasaban a nuestro lado mirándome y yo cojeando. Además se seguía deshaciendo la suela e iba dejando pedacitos blancos por donde pasaba. Se va corriendo, trae una bolsa y lo mete dentro "no te preocupes, ya lo tiro yo". Continúo como puedo por el siguiente pasillo, mientras mi hijo, intenta zafarse.

Llegamos a caja, recogemos su bicicleta, con alegría desbordante por su parte y salimos a la calle. Cruzamos y la suela seguía deshaciéndose, además se me cruzaba delante haciendo peligrar mi equilibrio. Mi bichillo, a todo meter con la bicicleta y yo desesperada sin poder seguirle y sin que me hiciera mucho caso. Me he acordado de que un poco más abajo había visto una zapatería de niños... sí, una zapatería infantil. ¿Por qué no?, conforme iba no podía llegar a casa ni en el más loco de mis sueños y si me descalzaba, cualquiera iba detrás del peque clavándome piedras y demás. Pienso en arrancar toda la suela suelta... bueno, esperaré a ver si llego a la tienda.

Entramos en la zapatería y cuando sale la chica, sólo me levanto el camal del pantalón del chándal para que vea el desastre, jajajajaja, boca abierta y ojos desorbitados: "pero si sólo tengo calzado de niños". Yo sonriendo le digo, no importa, yo tengo el pie más o menos pequeño, jejeje. Comienza a buscar apurada. Entra en el almacén y sale con cara de pena "no me queda nada" (hay que decir además que la tienda creo que estaba en liquidación al 50%). Aún así, busca en un mueble de la tienda y encuentra unas blancas del número 37. ¡¡¡Genial!!!. Me las pruebo pero me quedan un pelín justas por la zona de los dedos. Sigue buscando y me dice "tengo otras del 38, pero es que son de niño y no las tengo en rosa u otro color"... jajajajaja, "¿y qué más da?, no tengo mayor problema en que sean de niño, zapatillas son... además, los niños suelen tener el pie más grande". Me las pruebo.. perfectas, el color, azul marino, por mí vale.

Mientras ocurría todo esto, mi hijo había dejado la bicicleta tirada en medio de la tienda, había tirado varios carteles de precios, se había quitado sus zapatillas, cogido unos zapatos de color granate acharolado de niña  (varios números menos que el suyo, claro) y se los estaba intentando poner.... uffff.

La chica coge mis zapatillas para verlas, "¡¡¡pero si se te ha deshecho la suela por completo!!!. "Sí, ¿qué me vas a contar?". Cree que es por lavarlas en la lavadora... jamás lo he hecho; en casa se limpian con algún producto para zapatillas. Se propone tirarlas, pero me sabe mal y le indico que no se preocupe, ya las tiro yo. Mientras veo que he dejado todo el suelo lleno de cositas blancas de la suela... me da apuro y me disculpo... "no te preocupes, sólo faltaba eso".

¿A que tengo pie de niño?, jajajajaja.

Por fin salimos de la tienda... menos mal que he tenido suerte. He terminado con zapatillas nuevas, de marca J'hayber por 22 Euros, ¡no está mal!. Además, podíamos continuar con los planes e ir al parque, donde, cosa rara, no habían niños... se marchaba la última mamá con un cochecito de bebé. Toooodo para nosotros solos, jejejeje. He terminado como una niña, subiendo a un columpio nuevo...

¿Me cuentas tu anécdota? =D