Nuestra primera Pizza casera

Ya, ya sé que parece mentira que sea la primera, pero es la verdad. Habíamos hecho algunas con la base de pizza comprada, pero esto no es lo mismo. Y dado que por lo general, la noche de los sábados, solemos cenar Pizza (al peque le encanta, sólo oir la palabra y se pone super contento), pues una cosa más para hacer casera.

Si hay algo genial en esta vida, es que siempre puedes aprender, siempre puedes hacer algo por primera vez, sea lo que sea y tengas la edad que tengas. Y por qué no una Pizza o hacer Pan. El placer de hacer las cosas uno/a mismo/a no tiene comparación... disfrutar de algo que tú has hecho, ver cómo disfrutan los demás, las personas a las que quieres...  Y si podemos elegir lo más sano que esté a nuestro alcance y elaborar las comidas en casa... hay cierta alquimia en la elaboración de nuestros alimentos. No tiene ni punto de comparación, pero últimamente me acuerdo mucho del libro "Como agua para chocolate", no sé si lo he comentado ya, pero es precioso y el estado de ánimo de la protagonista, pasa a través de la comida que elabora a las personas que la consumen...

Bueno, que me enrollo... disfrutamos mucho de esta cena, con tomate y un poco de queso, además de pimiento, maíz y champiñones. El peque siguió con mucho interés todo el proceso de la elaboración, estirando el cuello para ver cómo se extendía la masa y sin parar de preguntar qué era ésto y aquéllo y diciendo a todas las respuesta que estaba rico y que él comía.

Una cosa está clara, ha sido la primera, pero a ésta le van a seguir muchas más...