Está claro que los Portabebés, entre otras cosas, son una gran ayuda para poder seguir con la rutina del hogar. Te permiten tener las manos libres, atender a tu peque y continuar con las tareas: hacer la comida, tender la ropa, planchar, fregar, montar una estantería, pasar el aspirador, etc.
Cuando los peques son bebés, posiblemente queden dormidos plácidamente con el íntimo contacto con su mamá/papá, el balanceo (continuación del que tenían en el útero materno), el calorcito, el suave sonido del corazón de mamá/papá e incluso el "ruido de fondo" de lo que estemos haciendo. Conforme van creciendo, pasan menos tiempo dormidos y más tiempo "cotilleando" sin perderse detalle.
Pero ¿qué ocurre cuando ya no sólo andan, sino corren y no quieren sólo más que jugar y coger todo sin dejarte hacer nada en casa?. Este es nuestro caso =D. Tenemos un peque muy activo y muy "cotilla"... me recuerda a mí de pequeña XD. Y es que mi padre decía que "llevaba la vista en los dedos", porque no podía dejar nada sin tocar, parecía que no era suficiente el ver las cosas sin más, tenía que tenerlas entre las manos para "verlas mejor". Cosas de la genética, jejejeje.
Con perro y gato en casa, intento pasar el aspirador todos los días o bien barrer, para eliminar los pelos que, quieras o no, siempre caen. Antes a mi peque le daba miedo este electrodoméstico; no le gustan nada los ruidos y menos los fuertes, como a mí.... (excepto cuando los hace él, claro, jejejejeje). Ahora el miedo quedó atrás y, aunque le molesta, se dedica a hacer del aparato su caballito o su coche particular, así que es complicado continuar con la tarea y sobre todo, si hay que aspirar el piso de arriba. Y claro está, por mucho que él quiera, no es cuestión de dejarle sólo en otra planta, porque a saber "la que te tiene preparada"; sin hablar, del miedo a que le pueda pasar algo y hacerse daño.
Así que, a pesar de sus quejas, de vez en cuando le convenzo para que se venga conmigo con el Mei Tai. Antes lo utilizaba mucho en casa para estos menesteres, pero se le quedó pequeño. Ahora, desde que me confeccioné el Mei Tai para peques grandes, vuelvo a utilizarlo y me resulta tremendamente cómodo y útil. No sólo me permite un ratito para poder terminar lo que estoy haciendo, sino que también, él observa cada detalle detenidamente a la vez que nos vamos contando cosas. Me pregunta y yo le voy respondiendo, porque a pesar del ruido del aspirador, como vamos pegaditos, me habla casi en el oído y yo encantada. Si en algún momento hay algoo más de ruido y se asusta, no tiene que correr a buscarme porque estamos juntos y me abraza, mientras yo le hablo y le explico que no hay nada que temer, que estoy con él y que sólo se trata de ruido.
Observando se aprende ¡¡¡y mucho!!!, así que sabe cómo se conecta, cómo se apaga, de dónde se saca el cable, cómo se recoge, qué hay que hacer para alargar el tubo y cómo pasarlo para recoger polvo y pelos. Le digo: "¿ves ahí en ese rinconcito que hay unos pelos?", "sí, mamá", "pues mira cómo los aspiramos y se van", "ya no tan, mamá, se ha limpiaaado". En lugar de estar al otro lado de la habitación, todo esto lo vive casi como en primera persona, por lo que pasarán a ser cosas normales y rutinarias para él. Las tareas del hogar, se harán más lentamente, pero si les dejamos cooperar, ellos se lo pasarán bomba sintiéndose útiles e importantes y después, no lo verán como obligaciones. O por lo menos, así lo espero ^_^.
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