Entrega de Las Perlas del Peque 14-06-2012

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Hace tiempo que no escribo sobre ellas y es una auténtica pena, porque por mucho que quiera grabarlas en mi memoria, algunas se olvidan. Los quehaceres diarios y el estar corriendo tras él XD hacen imposible dedicarse en otros momentos a otras cosas.

Así que os voy a contar algo de estos días atrás que me hizo muchísima gracia XDDD.

Estábamos en casa mi peque y yo, en el comedor, un ratito antes de la cena. Todavía andan por casa los catálogos de juguetes de Reyes (¡¡¡craso error!!!), porque se entretenía un poco a veces con ellos. En estas edades, su cerebro está en pleno desarrollo, y realizando conexiones neuronales a una velocidad de vértigo... pues parece que de pronto, una de ellas hizo "click" y comenzó a mostrar un súbito y desmesurado interés por estos catálogos. Comenzó a mirar muuuuuy detalladamente tooooooooooodos y a "pedir por esa boquita" y aquí comenzó una conversación de lo más entretenida y con mi peque hablando muy deprisa como una ametralladora (que no es que no lo haga normalmente, más bien todo lo contrario, jajajaja).

- Mamá, ven, siéntate aquí conmigo (me dice sentándose en el sofá, con la revista en las manos y señalando con una mano el espacio de sofá justo a su lado).
- Me siento, ¡dime Corazón!.
- Mira... cohes pequeñitos.
- Si.
- ¿Te gustan estos coches?.
- Si, no están mal. Me gusta más esto (cojo la revista y me pongo a mirar y a enseñarle cositas que a mí me encantan, juguetes educativos que me chiflan).
- No mamá, mira (me coge la revista), tranquila, yo te lo enseñaré... Yo quiero esto, vamos a comprarlo.
- No podemos Corazón, para eso se necesita dinero y no tenemos para comprar todo eso.
- Si, vamos a comprarlo todo.
- No podemos J, no tenemos dinero para eso. Todo esto te lo dan a cambio de dinero y el que tenemos es para comprar comida y cosas muy necesarias para casa y para nosotros.
- Venga mamá, vamos a comprar.
- Corazón, que no podemos... ¿tú tienes dinero?.
- Si (con una enorme sonrisa).
Comienzo a reírme.
- A ver ¿dónde está el dinero?.
- Aquí en el bolsillo (dice sonriendo y metiendo la mano).
- A ver, enséñamelo.
Se mete la mano, rebusca y la saca diciendo.
- Toma mamá, dinero y (vuelve a meter la mano) y un pavo (O_O no sé de dónde se ha sacado esto del pavo XDDD).
Me río.
- Venga mamá, tú tranquila, voy yo a comprar los coches (se baja del sofá y sale del comedor. Yo pienso que seguirá con el "teatro", pero de pronto oigo la puerta de la calle que se abre aaahhhhhhh).
- ¿Dónde vas?.
Entra de nuevo por el comedor.
- Mamá, me abres la otra puerta, porfa!!! (con cara suplicante, y es que hay un pequeño rellanito y unas escaleras y para evitar accidentes, pusimos una puertecita).
- No J., no te abro. No puedes salir de casa tú solito e ir por la calle sin nadie. Eres pequeñito todavía para eso. Cuando seas más mayor.
- Pero es que voy a comprar los coches.
- Ya te he dicho que no puede ser. Mira, tienes aquí muchos coches y camiones en casa.
- Pero esos no los tengo.
- Bueno, pero estos son muy chulos y puedes jugar con ellos igual.
- Mamá, tranquila, voy a comprar los coches.
Se vuelve a ir, ainsssss, ya no sé qué hacer, jajajajaja.
Vuelve a aparecer y dice.
- Mamá, ¡por favor!, me das una bolsa para meter los coches que compre
Jajajajajajaja, ya me troncho.
- A ver J. vamos a jugar con estos, venga.
- Tú tranquila, yo los compro. Me das una bolsa para meterlos.
Ya no sé qué contestarle y le digo.
- No te preocupes que donde los compres te los ponen en una bolsa para traerlos.
- Noooo mamá, venga, dame una bolsa.....
Ainsss, aquí ya no sé cómo salí de la situación; no sabía cómo explicarme, cómo indicarle, porque seguía y seguía y no llegábamos a ningún sitio.

Y ahora, está así a cada momento. No he tenido oportunidad de "hacer desaparecer" los catálogos, pero tampoco sé si es lo mejor, porque si no los ve, con el gran interés que tiene, los buscará seguro y tal vez se enfade mucho y tampoco quiero tener un enfado/rabieta extra, ¿para qué voy a decir otra cosa?.

La semana antes, jugábamos a ¿Dónde está mi agua?, con el móvil. Es un juego de Disney que se puede descargar en móviles con sistema Android. Hay dos versiones, una gratuita (con menos niveles) y la completa y de pago. En este juego, un cocodrilo llamado Swampy, se prepara para bañarse con su patito de goma, pero el resto de sus congéneres (menos civilizados), han hecho estragos en las alcantarillas y han roto las tuberías. Hay que ayudar a Swampy, para que le llegue el agua, consiga los patitos y se pueda bañar. Es fantástico, es un juego para darle al coco y ver cómo y por dónde conducir el agua y evitar fangos tóxicos, algas y demás y que le llegue la suficiente a nuestro entrañable y simpaticón protagonista y que pueda disfrutar de su baño. También hay que evitar que se pierda el agua, así que me sirve para indicarle que hay que cerrar grifos y utilizar sólo la necesaria "porque de lo contrario se pierde, como la de Swampy".

Sentados en el sofá, jugamos los dos. Hay niveles complicados y aunque he hecho todos los de la versión gratuita, algunos no recuerdo cómo y cuesta volver a conseguirlo. En un momento dado, me equivoco y manifiesto mi contrariedad. Inmediatamente se mueve a mi lado, me toca la cara con su manita, me abraza, me acaricia y dice:

- ¿Qué pasa mamá?. Tranquila!!!, yo te ayudo, vengaaaaa, no pasa nada mamá. Yo te ayudaré. Te doy un besito. Tranquila. ¿Te sientes un poquito mejor?, venga que yo te ayudo, vamos a jugar....

Qué voy a decir.... que se me reían los huesitos, que me encantaba, que me reía y que en momentos como éste considero que lo estamos haciendo bien. Me siento super orgullosa de la empatía que demuestra. Al fin y al cabo, aprenden de lo que ven y son nuestro reflejo, actúan como un verdadero espejo y reconoces en ellos gestos, palabras y frases que utilizas.

Lo achuché, le dí un fuerte abrazo, besándole y diciéndole cuánto le quería y continuamos jugando ^_^.