El Colecho: Receta de una Psiquiatra Infantil

Hoy me he encontrado en las redes sociales, un artículo de la Psiquiatra Infantil Ibone Olza, que recomienda el Colecho desde su Blog y que incluso lo "receta". No he querido perder la oportunidad para hablar sobre ello.

Cada padre y cada madre elegirán, pero les animo a que elijan desde su instinto y con el corazón en la mano. Les pido que no hagan lo que le recomienda un familiar, por muy cercano y por mucho que le aprecien, no hagan lo que hace su amiga o su vecina y por supuesto, les pido que no hagan caso a libros y doctrinas que indiquen que dejen al niño solo para que se acostumbre y que llorará los primeros días, pero después "ya comprende que es lo mejor para él".

Piensen en el resto de la humanidad, piensen en las culturas donde lo normal es dormir con los niños, piensen en siglos de humanidad anteriores a nosotros y a nuestra época actual y occidental. Los bebés, bebés son, aquí y en una tribu africana, y les puedo asegurar, que en la tribu africana no se tienen problemas a posteriori por haber dormido con sus padres y hermanos.

No dejen de dormir con su bebé por lo que le digan, por miedo, por si "se acostumbra"; háganlo si así lo quieren, será beneficioso para él/ella y para Uds. como indica Ibone en su artículo, en donde receta el Colecho a muchos padres.

He querido hacer esta entrada y utilizar para ello un boceto que inicié el Día de la Madre y que todavía está a medias (ya editaré y lo sustituiré cuando esté acabado... si es que tengo tiempo algún día  =D). En mi caso de la idea era de pasar a mi hijo a su habitación a los 6 meses, siguiendo con la idea generalizada de esta sociedad y los "consejos" de muchos pediatras. Pero mi hijo necesitaba otras cosas y yo necesitaba descansar lo máximo posible. Fui leyendo, buscando, informándome y perdí el miedo que nos imponen si no sigues al resto en las acciones "normales que hay que hacer con un bebé" hoy en día.

No sé si he contado alguna vez que uno de los momentos de felicidad sublime y una escena imborrable en mi mente, es la primera noche pasada en el hospital con mi bebé a mi lado. Miraba su perfecta carita en su sueño plácido y tranquilo, buscando poco a poco mi cuerpo, pegándose a mí y estirándose y elevando sus bracitos y su carita hacia mí, como si me mirara entre sueños, como si se dirigiera a mí proyectándome su energía de esta forma. ¡¡¡Esos momentos en que el corazón y el alma parece que van a estallar de amor y de ternura porque parece que no se puede albergar más en ellos y que rebosan peligrosamente!!!.

Hoy en día, todavía tengo momentos de estos, aunque mi hijo ya no es precisamente un bebé. Muchas noches lo último que hace antes de quedarse profundamente dormido es estirar sus bracitos, abrazarme con los ojos cerrados y ya casi sin voz, me dice dulcemente "te quiero mucho mamá"... esto no tiene precio, es AMOR y en mayúsculas y jamás puede ser algo "malo" como nos hacen creer, ni para él ni para los adultos, más bien todo lo contrario. Quienes desde bien bebés ha dejado a sus hijos dormir solos y en otra habitación, hicieron esto porque así lo decidieron, pero bien es cierto, que me apena mucho pensar que se pierden estos preciosos momentos que yo todavía comparto y que espero compartir todavía mucho tiempo.