Frederick llegó a nuestra pequeña biblioteca en casa gracias al cumpleaños de otro niño. Se trata de un niño especial y yo justo quería un álbum igual de especial, así que me fui en busca del mismo y solicité a la librera que lo pidiera, puesto que justo se acababan de llevar el último ejemplar. Cuando me avisó indicando que ya había llegado, disponía de varios ejemplares, así que, me dejé llevar y se vino conmigo esta joya por duplicado, para el miño que cumplía años y para mi peque, con el fin de tener ya un regalillo para Reyes (esto ocurrió a finales de noviembre, así que ya veis todo el tiempo que ha pasado).
Publicado por la Editorial Kalandraka se trata de una obra del genial Leo Lionni. Es curioso cómo llegó su primer libro: viajando en tren se le ocurrió distraer a sus nietos con un cuento hecho con unos trozos de papel de seda... de ahí surgió Pequeño azul y pequeño amarillo que pasó a convertirse en el primero de 40 obras aclamadas por el público.
Frederick es un ratoncito que vive en el campo con su familia y que tiene alma de poeta. Mientras toda la familia está trabajando y recogiendo provisiones para el invierno, Frederick recoge rayos de sol y dulces palabras que alienten en los duros y fríos días que más adelante les esperan. Tal vez pensemos que lo suyo sería ayudar y trabajar duro como todos para tener la máxima garantía de supervivencia, pero Frederick sabe que no sólo de comida se alimenta el ser vivo, que también hay que cuidar otros aspectos no menos importantes para una buena salud física, mental y emocional.
Un canto a la libertad, al respeto, a la seguridad en uno mismo y la autoestima. La cultura y las artes también alimentan el alma y el espíritu como bien demuestra Frederick,
Ni qué decir tiene que me siento muy feliz de que esta joya forme parte de nuestra pequeña biblioteca.
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