viernes, 14 de febrero de 2014

Tolerancia y comprensión

Como decía una antigua compañera de trabajo, con la que me partía de la risa... en cuanto se acercaban las fechas navideñas, decía que entraba en su período de "tolerancia y comprensión", jajajaja... ay, lo que me reía yo con ella... Qué recuerdos... Veamos el porqué de estas palabras:


El buda de la tolerancia


"En cualquier batalla pierden 
tanto los vencedores como los 
vencidos". 

La mejor manera de salir bien parado de una pelea es, sencillamente, no empezarla. Las discusiones suponen una importante fuga energética que nos restan fuerzas para acometer las cosas verdaderamente importantes. Casi siempre es mejor callarse -o dar incluso la razón a quien no la tiene- que enzarzarse en polémicas que crecen como una bola de nieve.

Contra las batallas innecesarias -y desgastantes- de la vida diaria se impone la tolerancia. Y, como dice el Dalai Lama, "en la práctica de la tolerancia no hay mejor maestro que un enemigo".

El primer paso para acortar la distancia que nos separa de los demás es comprender que todo el mundo tiene básicamente las mismas necesidades. Todos deseamos ser felices, obtener el respeto de los que nos rodean y estar sanos. Por lo tanto, lo que nos une es mucho más obvio que lo que nos separa. 

Si tratamos a los otros como seres más próximos, nuestras relaciones con ellos serán mucho más fáciles y enriquecedoras.


Imagen de la página Imagui



Metta bhavana

Esta es la meditación budista en cinco estadios para aplacar la rabia que nos ha causado una persona o situación determinada:

1.- Siéntate e intenta experimentar sentimientos de calor, amabilidad y buena voluntad hacia tí mismo. No se trata de pensar sino de sentir estas emociones.

2.- Piensa en un amigo y trata de desarrollar sentimientos de amor aún mayores hacia él.

3.- Elige una persona "neutral" -alguien que normalmente te resulta indiferente- y esfuérzate en dirigir sentimientos de ternura y humanidad hacia ella.

4.- Piensa en algún "enemigo" -o alguien con quien te cueste comunicarte- y trata de desarrollar sentimientos de calor, bondad y comprensión hacia él.

5.- Finalmene, reúne en la mente a las cuatro personas -tú, el amigo, la persona neutral y el enemigo- e intenta albergar sentimientos de afecto hacia los cuatro. Visualiza cómo ese amor se expande hacia las personas de tu entorno, a tu ciudad, país, al mundo entero.

Casi siento que este buda está hecho para mí, jajaja... y es que no me gustan absolutamente nada las "movidas", las discusiones, gritos, enfados, encontronazos... nunca me han gustado... casi prefiero callarme que hacerle daño a la otra persona con las palabras que puedan salir de mi boca en esos momentos. Al final acabo pasándolo fatal por varios motivos: por la movida en sí, por lo que estoy oyendo, por lo que me estoy callando y por el conjunto en general que después me tiene varios días fatal, porque no sólo lo acusan mis nervios, también mi aparato digestivo, mi salud en general... así que huyo de las "movidas" como alma que lleva el diablo.

Hay personas a la que les ocurre todo lo contrario, que les gusta discutir. En realidad sólo se me ocurre que esto puede ser debido al Ego, ese tener que demostrar que uno lleva razón, que se está por encima de los demás, que otra persona no se va a salir con la suya o cosas similares... Así que ese "Super Yo" no puede permitir dependiendo qué tipo de cosas.

Tal vez yo soy más de "pasar" y eso me recuerda a la película Hotel Transilvania y que si no la habéis visto, os recomiendo encarecidamente tanto si tenéis peques como si no, porque es una auténtica ¡¡¡PASADA!!!. Bueno, a lo que iba, en esta película, un humano llamado Johnny dice que "hay que pasar" y el hombre lobo dice algo así como "el muchacho sabe pasar". En otro momento también dice Drácula que deberá "pasar" al igual que hace Johnny... Todo esto si no lo habéis visto no tendrá sentido, así que, a verla se ha dicho. Pues eso, que yo tal vez sea más como Johnny ;^).

En cuanto a la meditación.. ardua tarea, pero también os la recomiendo, es un ejercicio que puede enfrentaros con vuestro propio ego y salir calmados y en paz. Incluso puede que algo cambie con vuestro/s enemigo/s puesto que no olvidemos que, en ocasiones, lo que vemos en los demás, es un propio reflejo de lo que se cuaja en nosotros mismos.

Y a vosotros/as ¿os cuesta ejercitar la Tolerancia?.

Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.


2 comentarios:

  1. Odio las discusiones (no las que son sanos debates, sino las otras, las de hacerse daño). Mi abuela siempre me ha dicho que dos no discuten si uno no quiere. Ya trato de ser el que no quiere (aunque no siempre lo logre...).
    Muas!

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    Respuestas
    1. Ahí le has dado Mo. Los debates son otra cosa. Qué gran razón tenía tu abuela, sabia como ella sola. Haces bien en intentarlo.

      Besotes!!!.

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¡Gracias por pasarte!. ¡Gracias por tus palabras! :).

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