Según el resto de la familia tenía que andar ya, pero sus padres no eramos de la misma opinión, lo haría cuando estuviera preparado y no le íbamos a forzar. Con sólo 1 año de vida ya le está diciendo todo el mundo a su alrededor qué debe de hacer... ¿que si no lo pones en un andador?, pues no, era mi respuesta, no me gustan, no ejercitan los músculos por igual y puede crear problemas, aparte de los accidentes, andará cuando tenga que andar...; que si vas a acabar con los riñones destrozados, pues no sé, porque tanto yo como su padre hemos ido perfectamente rectos mientras nuestro hijo caminaba de la mano, que si mis hijos lo utilizaron y están perfectamente... pero vamos a ver, ¿le digo yo a los demás lo que tienen que hacer?, si acaso, si me preguntan y piden consejo, les doy mi opinión.
Jamás me he encontrado tantos condicionantes y consejos no solicitados hasta que me quedé embarazada, que si tiene que nacer este fin de semana o el otro, que nazca ya que así es este signo u otro, que se espere para nacer a que volvamos de viaje, etc; y ahora lo mismo para iniciarse en la marcha autónoma. Pues bien, mi hijo decidió que el sábado 30 era un buen día, en casa, con sus papás (lo cual me encantó y le agradezco enormemente) y sin parar de reirse; disfrutamos muchísimo de la tarde los 3 juntos. Da gusto verle caminar y reir y ver su carita cuando ve que puede pararse, girar y seguir en movimiento a su propia voluntad.
Como nunca he sido partícipe de los andadores o tacatás y ahora que mi cucolinet ya camina él solito, he buscado información sobre los mismos sabiendo que la mayoría de los pediatras no lo recomiendan. He encontrado un documento muy interesante en la Asociación Española de Pediatría.
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