El Gigante y los pájaros terminó de ganarse mi corazón con la primera lectura. Leyendo a mi peque, mis ojos se maravillaban con la dulzura de sus ilustraciones, tan tiernas y delicadas que acompañan a la perfección la historia y crean esa atmósfera necesaria para transportarnos a los días vividos por el Gigante.
Queda constancia en dicho álbum de la forma en la que solemos juzgar a los demás... cualquier detalle que se salga fuera de lo "normal" de lo "establecido", ya marca a la persona para ser apuntada con el dedo, juzgada sin que nadie se moleste en preguntar o conocer: los grandotes tienen que ser malos, agresivos... ogros. Sin embargo, nadie se para a pensar que tal vez se sienten solos, que tienen una delicadeza y un corazón de oro y que quieren ser uno más y jugar y disfrutar como el resto de niños (porque si, este gigante tiene que ser muy jovencito a pesar de su grandísima humanidad).
Es triste ver cómo finalmente decide marcharse, pero justo será lo que hará que su vida cambie y conozca la felicidad. Seres mucho más pequeños que sus semejantes descubrirán en él ese gran corazón y gozarán de su calor, su compañía y sus cuidados. Una historia tan sumamente conmovedora y tierna que no os dejará para nada indiferentes... ni a vosotros, ni por supuesto a vuestros peques.
Qué bonita... Sólo la portada está llena de ternura...
ResponderEliminarBesotes!
Es triste y a la vez es tierna y terminas su lectura alegre y reconfortada... Una delicia :^).
EliminarBesotes!!!.