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martes, 25 de febrero de 2014

Préstamo infantil en Biblioteca de adultos

Tiempo ha pasado desde aquella primera visita a la Biblioteca donde yo me echaba las manos a la cabeza ante mi peque sin control corriendo y cogiendo cuentos sin parar, que no daba yo de mí para seguirle. Era muy peque  en aquel entonces, no obstante al tiempo volví a intentarlo y continuamos haciendo visitas de vez en cuando. Al iniciar el período escolar con 3 años, ya lo tomamos como una rutina, así que cada 15 días, tenemos visita a la Biblio.

Por lo general vamos los tres y mientras mis chicos leen algún cuento (o el padre de la criatura intenta leer el que éste le trae..., porque al momento sale rumbo a la otra punta y le deja con la palabra en la boca X^D), yo voy leyendo títulos, viendo portadas y cogiendo algún que otro cuento para llevarnos a casa. En ocasiones él elige alguno que otro, así más o menos todos decidimos sobre los títulos que nos acompañarán unos días en nuestro hogar. Pero las dos últimas ocasiones, el papá tenía cosas que hacer y nos fuimos Cucolinet y yo.

Casualmente en estas últimas visitas, yo quería llevarme un par de libros de la Biblioteca de adultos; así que para agilizar la visita, llevaba anotadas las referencias de los mismos (consultadas previamente vía web). La sorpresa fue que mi peque, ahora está tan acostumbrado a los pasillos llenos de libros, que le da lo mismo que no sean cuentos, ni álbumes ilustrados, así que agarra el libro que le llama la atención, se sienta en unas sillas que hay por allí dispuestas y con el ejemplar sobre las rodillas, curiosea mientras pasa sus hojas y no para de charrar para contarme esto o lo otro del libro en cuestión.

Y lo más de lo más, ayer, en nuestra última visita, cogió un libro enorme, tipo enciclopedia, que versaba sobre la evolución de los felinos con una letra minúscula. Se sentó en el suelo a mi lado, pidiéndome que se lo leyera, mientras yo me devanaba los sesos porque no encontraba la referencia correcta. 

Tras convencerle de que no era un libro como para leerle aunque nos lo lleváramos a casa, cogió otro y dijo que se lo llevaba a casa y quería verlo. Le comenté que era todo letras y que "tenía poco para ver" (en cuanto a dibujos o ilustraciones se refiere), pero él me dijo muy convencido "da lo mismo mamá, es que quiero verlo". Tras reírme, no pude evitar el sentirme orgullosa dado su interés por los libros. No iba a ser yo quien coartara su elección indicándole que no era un libro para niños o que no fuera apropiado para él. Feliz y con una sonrisa dibujada en su cara, se dirigió al mostrador y le dió él mismo el libro a la Bibliotecaria, mientras yo le dejaba otros dos.

Ya tenemos el libro en casa y no sé qué pensar sobre sus preferencias y qué nos deparará el destino con estas elecciones, porque el título del ejemplar en cuestión no es otro que: "Es fácil meterse a la gente en el bolsillo"... espero no ser la primera persona sobre la que practique tal arte... o ¿tal vez ya lo haya sido?, yo creo que va a ser que si.

2 comentarios:

  1. Jajajajajajaja! Pues está claro que la técnica del libro que eligió la domina a la perfección!! XD
    Muas!

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    Respuestas
    1. Y tanto que la domina a la perfección Mo, a mí ya me tiene camelada, jajaja.

      Besotes!!!.

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