¿Evolucionando?

Y pasan las semanas casi volando... a veces se hacen más cuesta arriba y otras casi ni te das cuenta... Ya llegó de nuevo un Viernes y aquí estoy con mis Viernes de Reflexión, de la mano de mi librito, ya sabéis:


El buda de la evolución

"Siembra una idea y nacerá una acción; 

Siembra una acción y nacerá un hábito; 

Siembra un hábito y nacerá un carácter; 

Siembra un carácter y nacerá un destino". 

La evolución no puede limitarse a la adaptación de las especies al medio natural. Puesto que en nosotros confluyen el cuerpo y el alma -o intelecto, para otros-, nuestra misión colectiva es lograr la evolución espiritual del planeta.

El filósofo Henri Bergson -premio Nobel de Literatura- presentó una nueva teoría evolutiva basada en la dimensión espiritual de la vida humana:
"Es imprescindible tomar una decisión. La humanidad yace gimiendo, medio rota bajo el peso de su propio progreso. Los seres humanos no se dan bastante cuenta de que el futuro está en sus manos. Su tarea es determinar, primeramente, si quieren seguir viviendo o no. Bajo su responsabilidad está decidir si quieren limitarse a sobrevivir o van a hacer un esfuerzo para cumplir, en este planeta obstinado, la función esencial del universo, que es una máquina de fabricar dioses".

¿Cuál es tu grado de evolución espiritual?. ¿De qué manera puedes contribuir al progreso ético e intelectual de la humanidad?.


Globalizar la solidaridad

El ya avanzado proceso de globalización es también un campo de posibilidades para el avance ético de la humanidad. Puesto que estamos cada vez más cerca unos de otros -a través de la red informática mundial-, tenemos la oportunidad de asistir a las personas más necesitadas del planeta sin movernos de nuestro hogar; por ejemplo, a través de donaciones en ONGs de transparencia contrastada.

Imagen de la página Agora

Bueno... me ha removido mucho este capítulo, porque pienso que la evolución no es lo que hemos construido, no es lo que estamos viviendo... para mí evolucionar es justo otra cosa, porque no hay que dejarse aparte esa evolución espiritual y ética y si no se hubiera quedado atrás en esta sociedad, posiblemente no estaríamos en la situación a la que hemos llegado.

Es triste, muy triste que la violencia, la guerra y el ansia de poder acabe con grandes tradiciones, grandes conocimientos y grandes culturas... una de las cosas que más "lloro" (si, porque me parece un hecho tristísimo), es que el "hombre blanco" acabará con los nativos americanos, con esas tribus indias que vivían en total comunión y sincronización con la naturaleza y que tanta sabiduría sobre la madre tierra atesoraban... Los más "poderosos" siempre consideran que sus creencias y su filosofía es la "buena", la "verdadera" y la que debe prevalecer..., las otras, han de ser destruidas... nada más lejos... así nos va.

En cuanto a lo que decía Henri Bergson, no lo verán nuestros ojos, pero "el hombre" no está por la labor de salvar este planeta... por contra, se pueden ver documentales en donde nos cuentan que se están buscando otros planetas para habitarlos una vez que hayamos hecho un desperdicio de la tierra. Incluso para conseguir que sean "habitables" se estudia por ejemplo, cómo calentar el planeta... pues a base de emitir CO2 a diestro y siniestro... vamos, contaminarlo a marchas forzadas... ¿no os lo creéis?, pues boquiabiertos nos quedamos en casa ante semejantes circunstancias.

No obstante, siempre queda un hueco para la Esperanza y, tal vez sea luchar contra molinos de viento, pero hay una canción de Macaco que me emociona mucho siempre que la oigo y la canto... su letra dice: "Cientos de pequeños movimientos, movimientos en reacción. Una gota junto a otra hace oleajes, luego mares... océanos. Nunca una ley fue tan simple y clara, acción, reacción... repercusión. Murmullos se unen forman gritos, juntos somos Evolución"

Seamos esa pequeña gota que junto a otra hace oleajes... luego mares... océanos. Nunca pienses que tu pequeña acción pasará inadvertida.

Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.