En ocasiones la vida te va llevando por caminos en los que tú ni habías pensado; éste es el caso.
Como cuento en "Mis Creaciones", la primera bandolera que confeccioné fué en casa de una vecina y con su máquina que me prestó. Después de estar mucho tiempo pendiente de si la máquina de coser de mi suegra funcionaba o no, le pedí a esta vecina que me la cosiera, si podía y quería y me dijera cuánto me costaba, pero al decirle lo que era, me dijo que me pasara una tarde y me la cosiera yo.
Desde entonces he confeccionado varias bandoleras, para mí y para regalar; pero llegó un día en que me plantearon hacer una de encargo y cuando la finalicé e informé a la persona que me la había encargado, me dijo que quería otra. Esto me llevó a plantearme que tenía que comprar más tela y también a plantearme los comentarios de alguna amiga que me animaba a confeccionar bandoleras portabebés; así que, me embarco en una nueva aventura que sé cuándo comienza, pero no sé cómo continuará ni cuánto tiempo, pero de momento y a micro ratillos, disfruto al confeccionar un portabebés que portará a un tierno bebé y que, posiblemente, cambiará su vida y la de su mamá, que volverá a poder utilizar sus brazos y le acercará a una crianza más natural y tradicional, disfrutando de llevar a su bebé pegadito, al alcance de sus besos y sus caricias y disfrutando de ese tierno olor que sólo desprenden los más infantes.
Editado 31/01/2011:
Hace ya muchos meses que no confecciono bandoleras. La última que cosí, me la iba a quedar, pero el mismo tiempo, me la pidió una mamá. Ésta era muy especial para mí, le hice con fieltro un precioso dibujo de un bebé durmiendo en una luna menguante. Este portabebés cumplió su ciclo con la mamá y el bebé y ahora sé que están cumpliendo su misión en otro hogar. Espero que les porte muy buenos momentos.
Todavía me queda alguna tela, pero decidí que si cosía alguna, sería para mí (aunque ya no creo que esto sea posible, llegando el porteo a su declive) o para regalar a algún familiar o amigo.
Como cuento en "Mis Creaciones", la primera bandolera que confeccioné fué en casa de una vecina y con su máquina que me prestó. Después de estar mucho tiempo pendiente de si la máquina de coser de mi suegra funcionaba o no, le pedí a esta vecina que me la cosiera, si podía y quería y me dijera cuánto me costaba, pero al decirle lo que era, me dijo que me pasara una tarde y me la cosiera yo.
Desde entonces he confeccionado varias bandoleras, para mí y para regalar; pero llegó un día en que me plantearon hacer una de encargo y cuando la finalicé e informé a la persona que me la había encargado, me dijo que quería otra. Esto me llevó a plantearme que tenía que comprar más tela y también a plantearme los comentarios de alguna amiga que me animaba a confeccionar bandoleras portabebés; así que, me embarco en una nueva aventura que sé cuándo comienza, pero no sé cómo continuará ni cuánto tiempo, pero de momento y a micro ratillos, disfruto al confeccionar un portabebés que portará a un tierno bebé y que, posiblemente, cambiará su vida y la de su mamá, que volverá a poder utilizar sus brazos y le acercará a una crianza más natural y tradicional, disfrutando de llevar a su bebé pegadito, al alcance de sus besos y sus caricias y disfrutando de ese tierno olor que sólo desprenden los más infantes.
Editado 31/01/2011:
Hace ya muchos meses que no confecciono bandoleras. La última que cosí, me la iba a quedar, pero el mismo tiempo, me la pidió una mamá. Ésta era muy especial para mí, le hice con fieltro un precioso dibujo de un bebé durmiendo en una luna menguante. Este portabebés cumplió su ciclo con la mamá y el bebé y ahora sé que están cumpliendo su misión en otro hogar. Espero que les porte muy buenos momentos.
Todavía me queda alguna tela, pero decidí que si cosía alguna, sería para mí (aunque ya no creo que esto sea posible, llegando el porteo a su declive) o para regalar a algún familiar o amigo.
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