Hace unos días un blog amigo realizó un concurso: "Somos ecológicos" y pensé, "¡qué bien, en éste puedo participar"; en casa separamos el vidrio, los plásticos y envases y la basura orgánica; utilizamos eco-bola, mi peque utiliza pañales de tela, cambiamos el suavizante por el vinagre, que utilizamos para muchas más cosas, tenemos en todos los grifos economizadores de agua, ponemos la lavadora cuando está llena a reventar, nuestras bombillas son de bajo consumo, el aire acondicionado y/o la calefacción se usan de vez en cuando y a una temperatura moderada.... pero todo esto, no me servía para el concurso.
Comenzaron a llegar fotos de bebés con pañales de tela, niños pintando con ceras recicladas , árboles navideños con materiales reciclados, etc. y yo me dí cuenta de que sólo tenía un juguete "ecológico" de madera, puesto que el resto eran los típicos para recién nacido que encuentras en Prenatal o tiendas similares y otros que me habían dejado.
Intenté hacerle a mi hijo alguna foto con el juguete de madera que me dió una amiga y que sus hijas ya no utilizaban, pero la tarea fué más difícil de lo que yo pensaba, porque mi hijo iba a toda carrera con él por el comedor y todas las fotos salían movidas o incompletas. Después de varios días intentándolo sin estar demasiado convencida de que fuera una foto y un motivo para el concurso, finalmente deseché la idea.
Una semana después más o menos, al llegar de hacer la compra semanal en Carrefour, mi marido se puso a quitarse de la cartera tickets de compra, de esos que vas guardando hasta que ves que no puedes cerrarla o abulta demasiado. Los dejó en el mueble del comedor para tirarlos después, mientras Javier y yo le mirábamos. Cogí uno y me puse a hacer un barquito con él y se lo dí a mi hijo. Le gustó y además este papel hace un ruidito que le llamó la atención. Cogí otro tiket y le hice otro barquito, mientras él jugaba con el que le había dado y miraba cómo hacía el otro. Como me gusta la papiroflexia, aunque sólo recuerdo 2 ó 3 cosas, me emocioné y le hice también una pajarita de las que mueven las alas y se la enseñ. Se quedó embelasado y miró divertido el pajarito de papel y su movimiento de alas. Le dije a mi marido que no tirara los tikets y los guardé.
Al día siguiente, todavía estaban en el comedor las figuritas de papel que le había hecho a mi hijo. Hice alguna más y cuando me dí cuenta, tenía unos maravillosos juguetes ecológicos que divertían a mi hijo. Ya hace un par de semanas de ello y todavía están entre el resto de juguetes. Sobre todo le gustan las pajaritas, me las da para que le enseñe como mueven las alas, y la mayoría de las veces, las deja en algún sitio con cuidado o bien me las entrega (otras veces las tira como el resto de juguetes).
En muchas ocasiones las cosas más simples hacen un gran papel y en este caso, un simple ticket ha entretenido y entretiene a mi hijo, a mí (mientras hacía las figuras y cuando juego ahora con él) y cuando ya estén rotas y/o muy arrugadas, cumplirán su ciclo en mi casa, que será ser depositadas en la bolsa de papel para ser llevadas al contenedor correspondiente. Pero a éstas seguirán más y el juego y la creatividad siempre tendrán hueco en mi casa con estos tickets.
Comenzaron a llegar fotos de bebés con pañales de tela, niños pintando con ceras recicladas , árboles navideños con materiales reciclados, etc. y yo me dí cuenta de que sólo tenía un juguete "ecológico" de madera, puesto que el resto eran los típicos para recién nacido que encuentras en Prenatal o tiendas similares y otros que me habían dejado.
Intenté hacerle a mi hijo alguna foto con el juguete de madera que me dió una amiga y que sus hijas ya no utilizaban, pero la tarea fué más difícil de lo que yo pensaba, porque mi hijo iba a toda carrera con él por el comedor y todas las fotos salían movidas o incompletas. Después de varios días intentándolo sin estar demasiado convencida de que fuera una foto y un motivo para el concurso, finalmente deseché la idea.
Una semana después más o menos, al llegar de hacer la compra semanal en Carrefour, mi marido se puso a quitarse de la cartera tickets de compra, de esos que vas guardando hasta que ves que no puedes cerrarla o abulta demasiado. Los dejó en el mueble del comedor para tirarlos después, mientras Javier y yo le mirábamos. Cogí uno y me puse a hacer un barquito con él y se lo dí a mi hijo. Le gustó y además este papel hace un ruidito que le llamó la atención. Cogí otro tiket y le hice otro barquito, mientras él jugaba con el que le había dado y miraba cómo hacía el otro. Como me gusta la papiroflexia, aunque sólo recuerdo 2 ó 3 cosas, me emocioné y le hice también una pajarita de las que mueven las alas y se la enseñ. Se quedó embelasado y miró divertido el pajarito de papel y su movimiento de alas. Le dije a mi marido que no tirara los tikets y los guardé.
Al día siguiente, todavía estaban en el comedor las figuritas de papel que le había hecho a mi hijo. Hice alguna más y cuando me dí cuenta, tenía unos maravillosos juguetes ecológicos que divertían a mi hijo. Ya hace un par de semanas de ello y todavía están entre el resto de juguetes. Sobre todo le gustan las pajaritas, me las da para que le enseñe como mueven las alas, y la mayoría de las veces, las deja en algún sitio con cuidado o bien me las entrega (otras veces las tira como el resto de juguetes).
En muchas ocasiones las cosas más simples hacen un gran papel y en este caso, un simple ticket ha entretenido y entretiene a mi hijo, a mí (mientras hacía las figuras y cuando juego ahora con él) y cuando ya estén rotas y/o muy arrugadas, cumplirán su ciclo en mi casa, que será ser depositadas en la bolsa de papel para ser llevadas al contenedor correspondiente. Pero a éstas seguirán más y el juego y la creatividad siempre tendrán hueco en mi casa con estos tickets.
Olé guapa! Buena idea. Gracias.
ResponderEliminar¡Gracias!, es algo extremadamente sencillo, pero no por ello no deja de gustar y de entretener a los peques.
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