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viernes, 5 de noviembre de 2010

Una nueva vida

En el mundo de los angeles reinaba el bullicio y la alegría. Estos momentos se daban siempre que esperaban que uno de ellos fuese llamado para volver a la tierra del aquí y el ahora como un bebé humano. Tenían que estar atentos por si en algún momento podía ser su nombre el elegido. Cada uno de los seleccionados para esta tarea, realizaba viajes a través del mundo de los sueños, puesto que les dejaban elegir dónde se produciría su metamorfosis y su vinculación humana. Su misión sería, como seres puros y de luz que eran, enseñar la verdadera energía y esencia del amor.

Uno de los ángeles andaba algo más activo porque intuía que pronto sería llamado para su trayectoria final. Visitó en muchas ocasiones a una familia donde ya había ido anteriormente otro angelito y le pareció perfecta para él. A través de los sueños, le había hecho saber al angelito, que ya estaba en la familia y que sería proximamente su hermana, que quedaba muy poco para que volvieran a estar juntos. En esta familia ya reinaba la energía del amor y él se encargaría de que resplandeciera, aún si cabe, con más fuerza. Esperaba atento y emocionado el momento en que fuera llamado para iniciar el trayecto.

Cuando llegó el esperado instante cerró los ojos y sonrió. Cuando volvió a abrirlos vió sorprendido cómo aparecía ante sí una brillante estela de estrellas. Ésta había sido dejada por el angelito que sería su hermana, cuando cumplió la misión que ahora estaba él a punto de comenzar. Le guiaría para llegar más rápido y más facilmente. Así que feliz, fué saltando de estrella en estrella hasta llegar a la más luminosa, donde se fundió con su luz y avanzó por un túnel estrecho y cálido. Algo cambió en este instante en su percepción del entorno y de él mismo; todo su cuerpo se convirtió en un tumulto de sensaciones, mientras que el resto de sus sentidos quedaban algo abotargados. Cada poro de su piel enviaba sensaciones nuevas y muy intensas. Súbitamente se sintió embargado por una gran oleada de amor mientras una fuerza poderosa le empujaba. A continuación entrevió una luz distinta y sintió unas manos suaves y cálidas que le sujetaban amorosamente y le colocaban sobre el pecho, donde se sintió como en casa y profundamente tranquilo y relajado. Una nueva ola de amor le envolvió y unos labios depositaron dulces besos en su pequeño ser. Buscó ávido un delicioso olor a leche que captó su atención y abrió su boquita tomando el pecho de la que ya era su madre y succionando con fuerza. Entre lágrimas y risas sus papás le dijeron: ¡ya estás con nosotros y te queremos con todo el alma!.

2 comentarios:

  1. Inma,

    Es un cuento precioso! Me ha emocionado.

    El dibujo del angelito viajando en globo con la palabra amor es perfecto.

    Besos!

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  2. Hola Iorana:

    ¡Me emociona muchísimo que te haya gustado!.

    Gracias y Muchos Besotes!!!.

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¡Gracias por pasarte!. ¡Gracias por tus palabras! :).