viernes, 26 de septiembre de 2014

Olvidar

Esta vez llego por los pelos. Ayer estuvo mi peque malito y hoy llevamos un día de locos. Estoy muy cansada, pero he decidido pasar por aquí unos minutos y traer el nuevo buda para este nuevo #ViernesdeReflexión:


El buda del olvido

"La ira desaparece tan 
pronto como se olvida el 
resentimiento".

Cuando un ordenador se encalla y deja de funcionar, intentamos hacer un "reset" y lo volvemos a intentar. Si tampoco así logra arrancar, hay que borrar todos los datos y cargar el sistema operativo de nuevo para empezar de cero.

Este mismo proceso es el que deberíamos emplear para descargar la ira de nuestro disco duro. Los resentimientos y rencores, el archivo de ofensas deberían ir a la papelera de reciclaje y desaparecer allí para siempre. Es información inútil, datos del pasado que no sirven para construir el presente y encarar el futuro.

Aprender la lección y dejar el esto al olvido.

Imagen de la página Psicología Evolutiva

El que sigue la senda de la iluminación no puede cargar con episodios del pasado. No caben las cuentas pendientes ni los desquites personales. Sólo perdonar y seguir adelante. Crear nuestra vida en el satori que incluye todos los tiempos.

Sólo quien camina libre de lastres puede alcanzar la cumbre de la sabiduría y la liberación. 


Desprogramación

Una meditación para liberarse de episodios y sentimientos negativos: siéntate cómodamente y trata de dar forma a aquello que te hace daño. Siente cómo se aposenta de forma pavorosa en tu pecho. Carga los pulmones de aire y empuja fuerte y sonoramente el "mal" hacia afuera. Observa cómo se disuelve en contacto con el aire. Siente la ligereza que te embarga de la cabeza a los pies.

A veces nos atormentan cosas del pasado que no tienen ningún sentido en el ahora.... si pudiéramos liberarnos de ellos, el camino sería mucho más fácil. La práctica meditativa que plantea, es una buena forma de deshacernos de las cargas, pero puede ser difícil de realizar para una persona que no practica la meditación, a mi modo de ver. No se trata de sentarse y ponerse a meditar. La meditación es una práctica continua, por lo que se realizan ejercicios de meditación... Aconsejo que por lo menos antes se lleve una atención a la respiración, y que se apoye con una repetición mental de "Yo inspiro, yo espiro", dejándonos envolver por la sensación del aire que va y viene y nos alimenta. Tal vez así, pueda ser un poco más fácil poder llegar a centrarse y realizar esa "desprogramación meditativa".

¡Buen Fin de Semana!.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Hoy leemos: ¡Fuera de aquí, horrible monstruo verde!

Este álbum ilustrado de Ed Emberly y publicado por la Editorial Océano, juega con un "suma y resta" para hacer aparecer y desaparecer al horrible monstruo verde. Una forma muy divertida de localizar miedos y aislar los componentes de los mismos. Así a través del juego, harán desaparecer, miedos, monstruos y lo que se ponga por delante ;^).


"Ilustraciones" sencillas, muy coloridas e impactantes. Les encantará creo que a todos y pedirán leerlo una y otra vez con toda probabilidad, porque poder decir a voz en grito a ese horrible monstruo ¡que se vaya y que no vuelva más!, es muy, pero que muy liberador y divertido, jejeje.

Ni qué decir tiene que a Cucolinet ¡¡¡le chifla!!!.


Sólo en el ahora

Parece que ha sido llegar Septiembre y comenzar el movimiento... o esa es la sensación que yo tengo. Y la bajada de temperaturas, ¡¡¡bien!!!, aunque sólo sea por la noche un par de graditos, pero eso ya aquí se agradece y muuuucho.

De momento vamos con nuestro Viernes de Reflexión.


El buda de la tranquilidad


"No llores por el pasado ni 
te preocupes por el futuro, 
anticipándote a los problemas, 
vive en el momento presente con 
sabiduría y entrega".

Una de las claves para una vida plena y feliz es no preocuparse. Muchas personas se preocupan -es decir, se anticipan a lo que les ocupará más adelante- constantemente, incapaces de saborear el instante.

Los que viven de esa manera multiplican las angustias -en el peor de los casos sufren dos veces- y nunca alcanzan la tranquilidad.

El poeta norteamericano Robert Frost ironizaba así sobre esta cuestión: "La razón por la que las preocupaciones matan a más gente que el trabajo es porque hay más gente preocupa que gente que trabaja".

No hay mejor antídoto contra el miedo que emplearse a fondo en una tarea que requiera nuestro cinco sentidos. Si la gente estuviera más pendiente de lo que pasa y menos de lo que podría pasar, el mundo daría vueltas más deprisa.

¿No será que la preocupación es la excusa de los que no se atreven a vivir con intensidad?.

Imagen de la página Audición y Lenguajes. Intervenciones.


Relajación rápida

Este sencillo ejercicio te será útil para mitigar el estrés en cualquier lugar: Realiza una respiración lenta y profunda, hinchando primero el estómago y luego los pulmones y las clavículas. Cuando no puedas retener más aire, detente un instante y luego deja que el aliento salga con toda naturalidad. Repite esta respiración varias veces -lo más lenta y profundamente posible- hasta que sientas que vuelve la calma.

Si la preocupación, como dice Robert Frost, mata a más personas que el propio trabajo, imaginaros ahora con la situación actual y el inmenso número de parados... De hecho el nivel de suicidios y depresiones han aumentado de forma vertiginosa, dicho por los propios médicos.

Volvemos a la importancia del estar en el "aquí y ahora" para no dejarnos llevar por estos menesteres y jugarretas de nuestra mente.

¡Feliz Fin de Semana!.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Hoy leemos: Orejas de mariposa

Este álbum ilustrado publicado por la editorial Kalandraka llegó a nuestras manos y me cautivó. Una historia de Luisa Aguilar e ilustrada por André Neves.


Todos sabemos que hay etapas en el colegio y con los amigos se hacen muy duras en la vida de niños y adolescentes... los amigos y/o compañeros comienzan a ver las diferencias de uno/a u otro/a, y ya sabemos, que lo se sale de lo establecido o lo que no conocemos, tendemos por norma a marginarlo, a no aceptarlo, incluso a hacer burlas sobre ello. Por ello es necesario inculcarles por un lado, que todos somos diferentes, que lo que se sale fuera de lo común no es malo, ni es algo para parodiar, sólo es distinto y eso mismo, puede hacer que esa persona sea algo especial. Y por otra parte, debemos enseñarles a aceptarse, a quererse tal como son, porque todos y cada uno de nosotros somos diferentes, perfectos y únicos. Es importante tener una buena autoestima y nosotros, como padres, debemos estar a su lado para mostrarles el camino. 

Justamente eso es lo que hace la madre de Mara, la niña protagonista, que con una dulzura y una imaginación y creatividad maravillosas, y con un gran sentido del humor, le da la vuelta a lo que su hija le cuenta sobre lo que le dicen en el colegio y le transmite una seguridad encomiable. De esta forma, Mara con humor y desparpajo, responderá a cada una de las burlas, encontrando lo positivo y fantástico de su persona y enseñándoles al resto de niños, la característica oculta que ellos no ven y que le hace tremendamente especial.

Una historia sencilla, pero con un gran fuerza, tanto en texto como en ilustraciones, y con un mensaje totalmente impactante. Porque no podemos cambiar a los demás, pero si que podemos cambiar nuestra actitud hacia nuestro entorno y podemos elegir cómo nos afecta.

Diría que es otro imprescindible en una biblioteca particular.

Aquí os dejo una versión encontrada en Youtube, adaptado por Laura Sacacia con alumnos del C.E.I.P. de Zaragoza.



También hablaron de él en Soñando cuentos.



Moderato

Nuevo Viernes de Reflexión es éste, mi rinconcito. Seguimos con muchísimo calor por aquí y esperando a que refresque. Rezando muchos para que lleguen lluvias que por falta de agua, no ha hubo ni primavera ni nada de nada... eso si, si llegan, esperemos que sean justamente con moderación, para no causar daños... De moderación hablaremos hoy.


El buda de la moderación

"Un perro no se considera un 
buen perro porque sea un buen 
ladrador. Del mismo modo, un 
hombre no es un buen hombre 
porque sea un hábil hablador". 

Imagen de la página Los valores dan valor a tu vida

En la academia de Platón, los discípulos pasaban los primeros años aprendiendo a callar. Después de esta cura de moderación, podían iniciarse en el debate filosófico.

Aquello que se dice sin palabras es un tema recurrente en el zen. Tal vez sea "El sonido de una sola mano" la historia que ilustra mejor esta cuestión:

Un maestro llamado Mokuraí pidió a Toyó, su joven discípulo, que le enseñara cuál era el sonido de una sola mano. Más de diez veces Toyó visitó a Mokuraí con diferentes sonidos. Ninguno era el acertado. Durante casi un año caviló sobre cuál podía ser el sonido de una mano sola.

Por último, el pequeño Toyó entró en la verdadera meditación y trascendió todo sonido.

- No se me ocurría qué sonido más hacer -explicó más tarde-, de modo que alcancé el sonido insonoro.

Así había realizado Toyó el sonido de una sola mano.


Habla con tus actos

Dicen que "quien sabe, construye callando". Aunque no guardes años de silencio ni averigües cuál es el sonido de lo insonoro, procura que tus actos hablen de tí más que tu lengua.

Hay una frase célebre que dice "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas". Y como en este caso es más fácil que tras la lectura os deje con vuestros pensamientos, aquí me quedo en silencio.

¡Feliz Fin de Semana!.


viernes, 5 de septiembre de 2014

Hoy leemos: 999 hermanas ranas se mudan de charca

Otra joya descubierta en la Biblioteca (lugar lleno de joyas, por otra parte =^D).

Es el caso de 999 hermanas ranas se mudan de charca, una historia escrita por Ken Kimura e ilustrada por Yasunari Murakami. Lo podéis encontrar en Barbara Fiore Editora. Lo primero que llamó mi atención, sin lugar a dudas, fue su portada, con esa maravillosa ilustración con una especie de mitad de celula llena de cabecitas de ranas. Lo siguiente fue encontrarme con dos japoneses al cargo de este maravilloso álbum ilustrado. Y es que, nos llegan sensaciones de Japón que nos hacen pensar en un país donde se controlan mucho las emociones... y, sin embargo, aquí tenemos humor, desparpajo, colorido, vida... Muy gratamente sorprendida me quedé. Pero no sólo yo, porque a Cucolinet esta historia le chifla, se ríe a rabiar y creo que voy a tener que renovar su préstamo en la Biblioteca porque me pide constantemente que le cuente la historia.


Un relato lleno de simpatía, pero también de sobresaltos. Llena de "niñas" impacientes y revoltosillas, pero también de lazos de familia muy muy fuertes. Os reiréis reconociendo vuestras frases de "adultos responsables" y los actos y frases de los niños donde todo es nuevo para ellos y en ningún momento son conscientes del peligro, su entorno es un mundo maravilloso por explorar y descubrir y cualquier acontecimiento, digno de ser exprimido al máximo.

Un libro sin lugar a dudas para tener en la biblioteca personal, porque con su sencillez y simpatía nos muestra valores como la familia, generosidad, valentía, solidaridad... pero también nos enseña cómo maravillarse y disfrutar como sólo lo saben hacer los niños.

Aquí os dejo un aperitivo para abrir boca ;^D.


En Soñadores de Cuentos también hablaron en su momento de este genial álbum ilustrado.


Un desorden ¿ordenado?

Acaba el verano, llega Septiembre y empieza nuevamente el cole... todo son ciclos y más ciclos, ¿cómo lleváis esta vuelta a la rutina los que tenéis peques?. Aquí no volvemos del todo, porque cuando parece que si, resulta que llegan las fiestas del lugar y todo se para por completo, así que tras una semana de parón, toca de nuevo hacer el esfuerzo de ponerse en marcha. Ya pensaremos en ello, que ahora llega el fin de semana y el Viernes de Reflexión.


El buda del desorden


"Sé abierto y tu vida será 
más fácil. Una cucharada 
de sal en un vaso de agua 
hace el agua impotable. Una 
cucharada de sal en un lago 
es casi imperceptible". 

Un poco de desorden y extravagancia es saludable de vez en cuando para que el mundo no sea un lugar demasiado aburrido.


Imagen de la página Chicos La Prensa
En la China del siglo m de nuestra era existió un famoso grupo de neotaoístas conocido como "Los Siete Dignatarios del Bosque de Bambú", porque se encontraban en un bosque de bambú para leer poesía y charlar de temas metafísicos. Su divisa era el feng lin, que significa "apartarse de las convenciones". 

Entre ellos destacaba Liu Ling, un sabio que era muy aficionado a beber alcohol y a practicar el nudismo en su propia casa. Se cuenta que un día llegó a su morada un visitante, que quedó muy sorprendido al encontrarle totalmente desnudo. Ante la sorpresa del recién llegado, Liu Ling declaró:
- Tomo el universo como casa y mi casa como vestimenta. De modo que ¡sal de mis pantalones!.
Y el avergonzado caminante salió huyendo.


Los dados de Dios

Albert Einstein rebatió que el universo pudiera estar regido por el azar con un taxativo "Dios no juega a los dados". Décadas después, Stephen Hawking repuso: "Dios no sólo juega a los dados. A veces también echa los dados donde no pueden ser vistos".

No he podido evitar acordarme de que en mi vida a veces hay bastante caos, y justo ayer publicaba esta entrada, así que he vuelto a reírme yo sola X^D.

Es curioso lo de los "dados de Dios"..., yo a veces estoy casi convencida de que vivimos en una especie de Matrix... ahora falta ver si encontramos a Neo 8^P.

¡Feliz Fin de Semana!.


jueves, 4 de septiembre de 2014

Madre ¿al borde de un ataque de nervios?

Normalmente cuando estoy "al borde de un ataque de nervios" no estoy para muchas risas, pero en alguna que otra ocasión, le veo el punto gracioso y si estoy con mi Cucolinet, tengo que hacer grandes esfuerzos para no estallar en carcajadas... ésta es una de ellas.

Tengo la enorme suerte de tener una casa (cosa que en estos tiempo algunos no tienen), también tengo la enorme suerte de tener un churumbel que me vuelve loca (literalmente, jejeje, ya sabéis quién: Cucolinet, justo!), además tengo la suerte de tener perro (si, me gustan los animales) y gato (si, me gustan muuucho los animales). Nuestros animales además debieron ser bautizados con otros nombres, a veces pienso que les habría ido muy bien el nombre de Houdini (tal vez Houdini 1 y Houdini 2, jejeje). Ahhhh y que no se me olvide, tengo la grandísisisisima suerte de vivir en un pequeño bungalow... desde el primer momento en que comenzamos con la mudanza, todos los profesionales que han venido por aquí (mudanza, electrodomésticos, electricista, fontanero, revisor de gas, técnicos de antena, técnicos de Ono, etc. etc. etc.) se han acordado muy mucho de la familia del arquitecto que realizó los planos de casa y de la maravillosa escalera de ¿caracol? estrecha y con techo bajo.... Vamos, que nos lo pasamos pipa con la escalerita y, por mucho que digan por ahí, no, no te acabas de acostumbrar a ella y cuando te has olvidado algo en una habitación y te toca volver a subir y bajar, acabas despotricando y farfullando por lo bajinis.

El final del día con un terremoto puede ser la mar de entretenido ¡qué os voy a contar a los que sois padres/madres!. Pues bien, el otro día llevé a mi Cucolinet al baño y ello conlleva un sube y baja muy entretenido y estupendo para mi tren inferior (y el superior, claro está, no olvidemos, que quien mueve las piernas mueve el corazón). Cuando ya has dejado al niño en la bañera, siempre te has dejado algo bajo, las zapatillas por ejemplo. También es normal que la cena está a medias y andes sube y baja para ver cómo va y apagar fuego. Si además tienes algo así parecido a "tres niños", todo se pone mucho más interesante, claro... Antes al perro había que buscarlo cuando oía el agua de la bañera, ahora sube contentísimo en cuanto se abre el grifo. El gato sólo piensa en comer y aunque sabe que no le vamos a poner más de lo que le corresponde, él lo intenta y pide a diestro y siniestro cada vez que subes. Sin embargo, había observado que en ocasiones desaparecía misteriosamente... y es que Houdini 2 descubrió que en el garaje se guardaba su saco de pienso y a ratitos, cuando conseguía entrar subrepticiamente, hizo un agujero al saco e iba comiendo las bolitas de pienso que por allí iba sacando. Primero aprendió a abrir una ventana del garaje que dejábamos sólo un centímetro abierta como aireación; cuando nos dimos cuenta, la cerramos y ahora a la mínima que bajes, se cuela sin que te enteres. Pues bien, llevaba ya parte de la tarde mosqueada porque no lo había visto.

Pero sigamos con el baño que me pierdo por otros lares... como decía, dejé al peque en la bañera y me puse a planchar algo de ropa... claro, si no estoy delante, se pone a llamarme y por mucho que me oiga, se piensa que he desaparecido. Tras plancharle dos prendas a lo sumo, volví al baño. Al poco, volví a caer en que no veía a nuestro gato. Así que le dije que volvía enseguida y que iba a ver donde estaba. Él estaba entretenido jugando en la bañera.

Bajé y cuando abrí la puerta, allí estaba el ladronzuelo. Lo saqué y me dispuse a mirar el saco de pienso. Así era, había vuelto a hacer un agujero. Cogí cinta de embalaje para taparlo otra vez y oí golpes fuera. Ya estamos, estos niños que están por la calle se han metido jugando y están haciendo ruido... Se me pasó una loca idea por la cabeza por una fracción de segundo. Volví a oír golpes en la puerta, ahora si, estaba claro que era en mi puerta de ajado y entrada al garaje... Nooo, no puede ser... la loca idea no va a ser tan loca... casi comencé a sonreírme. Abrí la puerta, y ahí estaba él... el tío se había salido de la bañera, había bajado las dos plantas solito (la última escalera da a la calle y está a la vista de los vecinos) y se había plantado desnudo para ver dónde estaba su madre, que no puede desaparecer ni un segundo de su vista...

En fin... que casi me da por soltar una carcajada, pero me frené. No me gusta que baje él solo porque la escalera es un peligro y creo que no nos hemos librado ninguno de los de esta vecindad de caernos por ella. Tampoco es cuestión de ir desnudo de cara a la calle, vamos, digo yo,... es que me imagino yo viendo casualmente a un niño bajando por esa escalera en bolas y me parto yo sola de la risa. Total, que ya que estábamos, le dije que intentara estarse quieto y no acercarse a nada (ya que estaba recién bañadito) y me dispuse a reparar nuevamente el saco y cambiarlo de lugar para que el acceso fuera más complicado (todo lo complicado que puede ser para un gato, claro).

Para terminar la aventura, madre e hijo desnudo, subieron los dos tramos de escalera de las dos plantas para volver al baño y terminar de secar y vestir al churumbel y volver a bajar para cenar.

Éstas son mis aventuras de la tarde-noche =^D.

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